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Depresión:

Apoyándonos  en el paradigma de la complejidad, los trastornos del estado de ánimo son complejos. En primer lugar, requieren de la colaboración de los profesionales de la salud mental, porque no pueden superarse solamente con una autoayuda y donde son de gran importancia, el contexto familiar y social.

 La bioquímica puede aliviar la depresión. Pero la depresión resulta de una alteración de la autoestima en el contexto de los vínculos y los logros actuales. Lo infantil es reactivado. Las depresiones ilustran la relación estrecha entre la intersubjetividad, la historia infantil, la realidad, lo corporal,los valores y la bioquímica cerebral. 

Quien está en un estado depresivo añora la soledad porque toda presencia le resulta inoportuna y molesta, por la demanda de respuesta que ella implica y por la vergüenza que  siente por su estado de impotencia. Es habitual que quien está en estado de depresión se queje de su falta de valor y de ser incapaz de realizar lo que hacen los otros, pero no se acusa como el melancólico. (término“melancolía”designa la depresión).

  asícomo se evidencia un delirio de autoacusación y de culpabilidad. El problema inconsciente de la depresión  no se relaciona con el superyó sino con un ideal del yo que ya no es capaz de sostener la presencia frente a los demás. El origen de la depresión se sitúa en esa región de la personalidad en la que confluyen el anhelo de potencia y la imagen de sí mismo. 

Es así como existe una perturbación del yo, en tanto de la personalidad. El trastorno de los sentimientos vitales que acompaña a la depresión neurótica es consecuencia de un colapso del ideal del yo, que provoca en el sujeto ese sentimiento de vacío e impotencia del cual resulta la pérdida del sentido de la vida.

Definimos entonces la depresión como un trastorno emocional que causa un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades. También denominado «trastorno depresivo mayor» o «depresión clínica», afecta los sentimientos, los pensamientos, el comportamiento y puede causar una variedad de problemas físicos y emocionales. Es posible que se tenga dificultades para realizar las actividades cotidianas y que, a veces, se sienta que no vale la pena vivir.

En la quinta edición del (DSM-5), se clasifican algunos tipos de trastornos según los síntomas específicos:

Trastorno depresivo mayor :En  este tipo de depresión se observa en el paciente un aspecto triste, con ojos llorosos, ceño fruncido, comisuras de la boca hacia abajo, postura decaída, escaso contacto visual, ausencia de expresión facial, pocos movimientos corporales y cambios en el habla (p. ej., voz baja, falta de prosodia, uso de monosílabos).

En algunos pacientes, el estado de ánimo depresivo es tan profundo que se acaban las lágrimas; expresan ser incapaces de sufrir las emociones habituales y sienten que el mundo se ha vuelto anodino y apagado.

La nutrición puede sufrir un deterioro importante, hay  descuido de la  higiene personal o incluso a sus hijos, otros seres queridos o a sus mascotas.

Para el diagnóstico se toma en cuenta 5 de los  de los siguientes síntomas deben haber estado presentes casi todos los días durante un período de 2 semanas, y uno de ellos debe ser el estado de ánimo depresivo o pérdida de interés o placer:

 Sintomas

 Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día

Marcada disminución del interés o placer en todas o casi todas las actividades la mayor parte del día

 Aumento o pérdida significativa de peso, o disminución o aumento del apetito

 Insomnio (a menudo insomnio de mantenimiento del sueño) o hipersomnia

Agitación o retardo psicomotor observado por otros (no informado por el mismo paciente)

Fatiga o pérdida de energía

Sentimientos de inutilidad o de culpa excesiva o inapropiada

Capacidad disminuida para pensar o concentrarse, o indecisión

Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio, intento de suicidio o un plan específico para suicidarse

 Trastorno depresivo persistente o Disimia:los sintomas depresivos persisten durante mas de  2 años sin remisión se clasifican como trastorno depresivo persistente, una categoría que consolida trastornos anteriormente denominados trastorno depresivo mayor crónico y trastorno distímico.

Los síntomas generalmente comienzan de forma insidiosa durante la adolescencia y pueden durar muchos años o décadas. La serie de síntomas a menudo fluctúa por encima y por debajo del umbral del episodio depresivo mayor.

Se presentan habitualmente negativos, pesimistas, sin sentido del humor, pasivos, obnubilados, introvertidos, hipercríticos respecto de sí mismos y de los demás y quejumbrosos. Los pacientes con trastorno depresivo persistente también tienen más probabilidades de experimentar trastornos de ansiedad.

 Los sintomas más frecuentes son:

 Falta o exceso de apetito

 Insomnio o hipersomnia

Baja energía o fatiga

 Baja autoestima

 Falta de concentración o dificultad para tomar decisiones

Sentimientos de desesperanza

 Trastorno disfórico premenstrual: implica síntomas de ánimo y ansiedad que están claramente relacionados con el ciclo menstrual, con inicio en la fase premenstrual y un intervalo libre de síntomas después de la menstruación. 
Las manifestaciones son similares a las del síndrome premenstrual pero son más intensas, causando malestar clínicamente significativo y/o notable deterioro de la actividad laboral o social. El trastorno puede comenzar en cualquier momento después de la menarquia.

El diagnostico es presentar más de 5 sintomas durante la semana anterior a la mestruación. Los síntomas deben incluir los siguientes sintomas:

Notables cambios de ánimo (p. ej., repentina tristeza o ganas de llorar)

Notable irritabilidad o furia o aumento de los conflictos interpersonales

Estado de ánimo muy depresivo, sensación de desesperanza y pensamientos de desvalorización personal

 Marcada ansiedad, tensión o nerviosismo

 Además, debe estar presente uno de los siguientes sintomas:

 Disminución de interés en las actividades habituales

 Dificultades para concentrarse

Baja energía o fatiga

Marcado cambio en el apetito, atracos o antojos de alimentos específicos

 Hipersomnia o insomnio

Sentimiento de que las cosas lo superan o que está fuera de control

 Síntomas físicos tales como hipersensibilidad en las mamas o hinchazón, dolor articular o muscular, distensión abdominal y aumento de peso

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